Otros ojos mirarán alrededor y encontrarán cosas que yo no hubiera encontrado” (Malvina Reynolds, poeta)
Segundo de una serie sobre herramientas de aprendizaje que utilizo todos los días
El concepto de «favoritos» o «bookmarks» es uno muy popular. Navegas por Internet, encuentras un recurso que te interesa y lo añades a una carpeta para volver al mismo cuando lo necesites. La mayor limitación de este proceso es que esos enlaces residen en tu computadora y no puedes acceder a los mismos si utilizas otra. Además, identificar el enlace que necesitas es un proceso tedioso.
Mi recomendación es que abandones este modelo y te muevas a considerar los llamados sistemas de «social bookmarking» o marcadores sociales. Los marcadores sociales son sistemas que permiten añadir enlaces (como los favoritos de Internet Explorer o los “bookmarks” en Firefox) a un sitio público de tal forma que siempre estén disponibles en cualquier computadora con acceso a Internet. De este modo nuestras fuentes de información quedarán almacenadas en nuestra cuenta. Su funcionamiento tiene un carácter colectivo pues se pueden compartir enlaces con todos los usuarios que se desee, aspecto muy importante en los grupos de investigación que generalmente son multidisciplinarios. De esta forma un grupo de investigación puede tener un sitio exclusivo en el que pueden guardar todas las fuentes pertinentes, independiente del lugar donde se encuentre cualquiera de los integrantes del grupo.
Además de ayudarnos a guardar información, los marcadores sociales nos permiten clasificarla mediante “tags” (etiquetas). La utilización de etiquetas es un proceso mediante el cual se le asigna un nombre a la fuente de información. No hay reglas sugeridas para etiquetar; cada usuario le asigna el nombre que considera el más adecuado. A este movimiento de asignación de etiquetas se le ha denominado “folcsonomía”, que se refiere a la colaboración en la descripción de un mismo material informativo por parte de varios usuarios.
Movernos al modelo de los marcadores sociales tiene las siguientes ventajas:
• Tener un archivo en línea de enlaces favoritos
• Compartir enlaces con aquellos interesados y beneficiarte de lo que enlazan otras personas
•Clasificar enlaces utilizando etiquetas o “tags”
•Sindicar enlaces vía RSS: Otros pueden subscribirse y saber cuáles son los enlaces que vas añadiendo
•Obtener una “nube” de «tags» que permite saber fácilmente cuáles son las categorías más populares
Mi herramienta de social bookmarking preferido es Diigo (http://www.diigo.com) por su elegancia, interfaz intuitiva y sistema de apoyo personal.
El hecho de poder clasificar los enlaces mediante tags facilita grandemente la búsqueda y manejo de los mismos. También, resulta bien efectivo para compartir enlaces con estudiantes y amigos. Por ejemplo, si quiero que mis estudiantes consulten enlaces relacionados a la investigación cualitativa puedo referirlos a esta dirección:. Pero no solo eso, ellos pueden sacar una cuenta y utilizar el tag de cualitativa para añadir enlaces al tag comunitario: http://diigo.com/user/digizen?query=cualitativa.
Como vemos, son muchas las ventajas que nos puede traer el uso de los marcadores sociales en cualquier disciplina. En un mundo en donde el manejo efectivo de la información es una destreza esencial es apremiante encontrar herramientas que nos permitan clasificar, organizar y compartir la información. Los marcadores sociales son una excelente respuesta a este reto.
Diigo is a powerful research tool and a knowledge-sharing community
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