Agregar, filtrar y curar contenidos como destrezas esenciales en la educación del siglo 21

Uno de los retos principales que enfrenta el ciudadano digital  es  cómo enfrentarse a la  abundancia de contenidos que está disponible en todo momento. Mientras en  tiempos pasados el problema era uno de escasez de información, hoy en día se habla de  “infoxicación”  y de la fatiga cognitiva que experimentamos al estar siendo bombardeados por los medios.  El estudiante del siglo 21 deberá tener las destrezas necesarias que le permitan agregar, filtrar y “curar” contenidos para configurar lo que Alejandro Piscitelli ha llamado una “dieta cognitiva”. Y esa dieta cognitiva tiene que ser única para cada persona ya que va a depender de sus intereses y necesidades especiales.

En la confección de mi dieta  cognitiva  es esencial un agregador de RSS. Mi agregador favorito por años ha sido Feeddemon. Es una aplicación de escritorio pero puede sincronizarse con Google Reader. Y a pesar de que usado Google Reader sigo regresando a Feeddemon por su interfaz y rapidez.  El problema es que en estos momentos mi agregador tiene unos 1820 feeds lo cual no lo convierte en una herramienta efectiva para filtrar contenidos.

A pesar de que he organizado los feeds por carpetas, he terminado con más de 20 carpetas. Lo que si me ha resultado efectivo es crear una carpeta que he llamado “imprescindibles” en donde incluyo aquellas fuentes que no debo pasar por alto. Pero esa carpeta ha ido creciendo y ya tiene más de 300 feeds. Por ejemplo, una actualización de esa carpeta me produce unas 600 noticias lo que es indicativo que tengo que filtrar de manera más efectiva y reducir el número de feeds que maneja Feeddemon. Lo he tratado pero no he sido exitoso ya que al mes no sigo la dieta cognitivo y sigo añadiendo más canales de información.

Una segunda estrategia que utilizo para filtrar contenidos  es subscribirme a los grupos de interés en Diigo,  mi marcador social favorito. Todos los días recibo en mi correo enlaces que se han recomendado en estos grupos. Soy miembro de unas cincuenta grupos en Diigo pero no todos los grupos están activos. Reconozco que es  una estrategia mucho más efectiva que la que estoy usando con Feedemon ya que al revisar los grupos puedo fácilmente identificar un enlace popular y beneficiarme del mismo. Además de que pueda compartir enlaces a los miembros del grupo contribuyendo a la curación de contenidos.

Una tercera herramienta que utilizo para filtrar contenidos es Twitter y específicamente la creación de listas. Una complemento de Twitter  que facilita el identificar contenido valioso es http://strawberryj.am/. Mediante la misma se identifican los enlaces populares en Twitter utilizando determinados hashtags. Por ejemplo, si quiero saber que es lo mas popular en tecnologías y educación puedo utilizar el hashtag de edchat y obtengo algo parecido a esto:

Y en estas últimas semanas he estado leyendo sobre el tema de “curación de contenidos”. Ortega define la curación de contenidos como “como la capacidad por parte de un sistema o del ser humano de encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad, en definitiva, de utilidad el contenido de un tema específico que procede de diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales…)”. Para  realizar este tipo de actividad me parece excelente la herramienta de Scoop.it. Utilizando esta aplicación estoy compartiendo recursos en áreas tales como ciberpsicología, ciber-aprendizaje y la psicología de Carl Jung. Puedes también seguir tópicos de intereses creados por otras personas. Estoy siguiendo unos 69 tópicos lo que significa que ya debo comenzar a crear una carpeta de imprescindibles en Scoop.it ya que de lo contrario no será posible beneficiarse de los mismos:

Paper.li es otra herramienta para filtrar contenido de Twitter. La misma te permite crear periódicos personalizados basados en tu cuenta de Twitter o determinados hashtags. Particularmente me estoy beneficiando mucho del Edtech Daily que recoge lo mas popular sobre tecnología y educación.

El problema mayor que he encontrado es que a medida que  filtro  el contenido cometo el error de añadir más fuentes de las que humanamente puedo manejar. Así que debo seguir la máxima de Aristóteles para obtener el mayor beneficio de los contenidos: De las cosas, ni el exceso, ni el defecto. En el término medio reside el equilibrio.