En el programa radial “Sin amarres” por Boricua 740 presentaron la perspectiva de dos libreros locales ante el cierre de Borders. La representante de Castell Books señaló que en realidad Borders era una biblioteca pública en donde la gente iba a leer libros gratuitamente mientras que en una librería la gente tiene que comprar los libros. Sin querer esta señora identificó el gran vacío que dejará Borders y lo que lo distinguía de librerías como Castle Books: Borders ofrecía un espacio gratuito para reunirse, para conversar, para llevar a los niños y leerles un libro en el área preparada para ello. Y todo ello de forma gratuita. Mientras en librerías como Castle Books te encuentras con avisos de “si no vas a comprar no leas la revista”, en Borders el público podía pasar el día leyendo sin tener que incurrir en ningún costo. Así que con la partida de Borders Puerto Rico pierde una gran “biblioteca pública”.
Borders de Plaza Las Américas era de las tiendas que más ingresos generaba para la compañía. Y es probable que fuese porque también era una “biblioteca pública”. Las librerías locales deberán tener esto en cuenta en sus planes de renovarse. La mejor estrategia de ventas es proveer espacios agradables para la conversación, la lectura y el sosiego. Conceptualizar las librerías del siglo 21 como solo tiendas para vender libros es la peor manera de administrar las mismas.
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