Desde hace algún tiempo sigo el debate entre los que favorecen los llamados LMS (Learning Management Systems como Blackboard y Moodle) y aquellos que favorecen el modelo de las redes sociales (Social Network Systems como Elgg y Facebook). Hoy David Álvarez comentó un artículo de George Siemens en donde se habla de las limitaciones de los LMS y de las ventajas de los SNS al moverse del énfasis en el contenido a valorar las relaciones entre los usuarios.
Confieso que utilizo los LMS como también los SNS. Y no pienso sentirme culpable por haber utilizado WebCT por varios años y ahora estar utilizando Edu 2.0. El problema no radica en estas plataformas, sino en la forma en que el facilitador del curso utiliza las mismas. Un LMS puede ser utilizado mediante un modelo centrado en el usuario y una red social puede ser utilizada mediante un modelo centrado en el contenido. La plataforma no necesariamente determina la filosofía pedagógica si la misma es lo suficientemente flexible para que pueda funcionar a la vez como LMS y SNS. En última instancia son los participantes del curso y su facilitador los que determinarán el ambiente que prevalecerá en el mismo.
En este debate es esencial trascender la ideología de oposiciones y el pensamiento dicótomo. El contenido de un curso es importante. Los estudiantes para poder participar de forma inteligente tienen que leer y reflexionar sobre los conceptos fundamentales del curso. Sin ese contenido no pueden haber discusiones profundas e intercambios valiosos. Un clase ni es Facebook, ni tampoco es Blackboard o Moodle. Es algo más allá …El reto consiste en la creación de ambientes de aprendizaje que faciliten tanto el aprendizaje del contenido como también la participación, la colaboración y la contribución de los estudiantes.
Comentarios Recientes