Un reciente comentario en Twitter del periodista Benjamín Torres Gotay explica los velorios no tradicionales que se están celebrando en Puerto Rico de esta manera:
Esto de muertos paraos, en motora, ambulancia o cualquier otro tiene una sola explicación: la gente ya no le teme a la muerte.
Pienso que es todo lo contrario: Estos velorios no tradicionales reflejan un intento de negar la muerte del ser querido. La idea es tratar de presentar la imagen de que el muerto todavía vive. Mientras veamos a la persona en una actividad que realizaba diariamente (estar parao, en motora o guiando una ambulancia) mantenemos la ilusión de que vive. En ese sentido estos velorios no tradicionales son un mecanismo de defensa para reducir la ansiedad ante la muerte mediante la no aceptación de la misma. Por lo tanto, representan una gran ansiedad en torno a la muerte y sus procesos de parte de aquellos que sobreviven al muerto.
Por otro lado, estos velorios no tradicionales pueden ser una manera de llamar la atención de los medios y del público. Mientras que antes de su muerte la persona era un “tipo común”, con estos velorios no tradicionales se convierte en el centro de atención y aunque sea después de muerto, recibe sus quince minutos de fama.
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