En el día de ayer los medios de la Isla hicieron referencia a una entrada publicada en este blog el 11 de julio de este año en torno a las expresiones despectivas que el Presidente del Senado de P.R. hiciera en contra del Sr. Pedro Julio Serrano. Entre otras cosas Rivera Schatz señaló refiriéndose a Pedro Julio Serrano: “Ese muchachito es un caso de insanidad mental lamentable que lo que debe hacer es recogerse a buen vivir”. Infiriendo con esta declaración que las personas homosexuales son casos de “insanidad mental”. Al hacer estas declaraciones desde su posición de Presidente del Senado, Rivera Schatz está también representando la ideología del gobierno sobre la comunidad gay. Y en ese sentido este tipo de expresiones abona al odio, al prejuicio y a la intolerancia hacia personas que tienen orientacionees sexuales distinta a la mayoría.
En la entrada también comparo la conducta del Presidente del Senado con la personalidad narcisista. La concordancia entre los rasgos de la personalidad narcisista y el perfil del Presidente del Senado es realmente impresionante:
- Grandioso sentido de la auto-importancia; por ejemplo espera ser reconocido como superior sin unos logros proporcionados.
- Preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantes, belleza o amor imaginarios.
- Cree que es “especial” y único, y que solo puede ser comprendido por personas que son especiales o de alto estatus.
- Exige una admiración excesiva.
- Es muy pretencioso; por ej. recibir trato especial o que se cumplan automáticamente sus expectativas.
- Interpersonalmente explotador, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
- Carece de empatía, reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
- Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
- Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
Cualquier persona que haya observado el comportamiento del Presidente del Senado en conferencias de prensa, sesiones del Senado y expresiones en los medios podría muy bien coincidir que estos rasgos son parte central de su perfil.
Sin embargo, lo que le llamó la atención a los medios fue el hecho de que la persona que en ese momento sonaba con más fuerza para dirigir el Departamento de Educación, el Dr. Carlos Andujar, dejó el siguiente comentario en esa entrada:
Una pena que se esté estereotipando a las personas cuando un gobierno tiene que responder a las necesidades de todas las personas.
Y ese comentario que es una verdad más grande que el cielo es lo que ha producido el “’escándalo” y ha llevado al Presidente del Senado ha declarar que el nombramiento de Andujar “esta muerto”.
Lo que está claro es que vivimos en un país en donde la disidencia o la mera opinión alterna significa que ya no eres apto para formar parte del Gobierno. Vivimos en un país que fomenta el que todos pensemos de la misma forma utilizando la excusa de que esto facilita implementar el “programa de gobierno”. Vivimos en un país controlado por dos o tres políticos de profesión que castigan a los que piensan de forma diferente y sienten que disentir es una amenaza para sus agendas de país chiquito. Vivimos en un país dominado por políticos narcisistas.
Nota: Si está corriendo para Secretario de Educación le recomiendo no comentar en este blog o ningún otro. La prensa le sacará punta a su comentario, tergiversará el mismo y en un abrir y cerrar de ojos, le cortarán sus alas.
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