Tengo que confesar un secreto: He pecado. He estado enseñando durante el cierre patronal de la UPR. No ha sido frente a los portones del RUM (como muy bien ha hecho el Dr. Arturo Massol a quien felicito por dar un gran ejemplo) aunque no tendría ningún problema en hacerlo. En mi caso debido a que enseño cursos híbridos (parte presencial y parte en línea) puedo mantener el contacto y el proceso de aprendizaje más allá de las verjas del RUM utilizando las tecnologías de información y comunicación (video-conferencias, chats, foros, entre otros).
Después de leer la orientación a la Facultad del Rector Interino del RUM, me pregunto si mantener la “cordura” y el “profesionalismo”, a la que hace referencia el Rector Rivera Santos en su más reciente comunicación, significa restringir mis responsabilidades como profesor a los espacios físicos del sagrado campus universitario y solo enseñar cuando la Administración decida que es apropiado hacerlo. Me pregunto si para respetar el cierre patronal debo dejar de ser profesor por una semana. Pero más aún, me pregunto si mantener la “cordura” y el “profesionalismo” significa ajustarme a las ordenes sin cuestionarlas críticamente.
Pues quiero dejar claro que ese ‘profesionalismo’ y esa ‘cordura’ no me sienta bien. Hoy miércoles tendré dos clases en línea (las cuáles serán grabadas para el beneficio de los estudiantes que no puedan acceder las mismas) y el jueves el aprendizaje continuará en el Paro del Pueblo.
El aprendizaje fuera de los portones de la Universidad sigue siendo para mi el más significativo, relevante y poderoso. Por eso, pueden cerrar los portones y prohibir enseñar durante el cierre patronal pero no podrán impedir que ejerza mi libertad para continuar enseñando-aprendiendo en los mundos virtuales y en los ambientes informales que son tan reales y efectivos como las cuatro paredes de la sala de clases.
Confieso que he pecado, pero no me arrepiento. Parece que necesito más orientación.
4 comentarios
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Lo felicito, Dr.Nuñez!!! Es usted un verdadero educador. En momentos tan difíciles para nuestro país, necesitamos más personas como usted. Adelante!
Mario, me parece que es la actitud más correcta. He remitido a mis estudiantes de historia los materiales y las conferencias echadas a perder por una política de cierre administrativo que solo aspira desmovilizar a los estudiantes y dejar la impresión de que la UPR es un espacio insensible a la crisis que vive el país. La extensión de semestre bajo estas circunstancias, debe ser protestada por el profesorado.
Yo no puedo entender el por qué la admistración universitaria aprueba la adquisición de las redes de comunicación, tecnologías, recursos, herramientas y softwares en las universidades si no reconocen el verdadero fin de la tecnología; su filosofía social, cultural y pedagógica. La Web-educación nos permite trascender las cuatro paredes de la sala de clases. Nos permite extender nuestras capacidades de enseñanza y apredizaje para manifestarlas en maneras de representación no tradicionales. Resulta ilógico pensar que fuera de la educación formal no existe nada más. Que el ambiente del campus universitario predomina sobre cualquier otro ambiente no-formal e iformal.
Mientras en otros países utilizan la Web-educación para contrarestar el contagio la gripe AH1N1, en EUA las universidades siguieron ofreciendo cursos Web a pesar de los grandes daños ocasionados por el huracán Katrina… ¿Por qué no apoyar a la facultad innovadora a utilizar la Web para continuar el proceso de enseñanza y aprendizaje en este receso patronal? ¿Por qué limitar los nuevos roles que tenemos los educadores? ¿Por qué no validar el contacto virtual entre educadores y estudiantes?
Me resulta tan retrasado el que los Senados Académicos de algunos recintos de la UPR no reconozcan los procesos que se dan a través de las plataformas de cursos en línea. El ver a un profesor rondando por la universidad no garantiza que esté dictando clases efectiva y eficientemente. Mientras, las plataformas Web sí registran la asistencia de los estudiantes y educadores, las actividades instruccionales, actividades de evaluación, los contenidos didácticos y otras actividades académicas externas. En mi caso, yo coordino un proyecto de diseño de Portafolios Electrónicos con los estudiantes de la UPR de Arecibo y me he mantenido en contacto con ellos para que continúen trabajando en sus proyectos pese al receso patronal. Me comunico a través del Correo Electrónico y desde Google Groups compartiendo recursos, información y experiencias. ¿Soy un pecador por eso? ¿Aportar al crecimiento y desarrollo de los estudiantes que trascienden sus capacidades naturales de aprender siginificativamente es un acto indebido? ¡Pues, yo soy otro pecador más! Me uno al grupo de educadores pecadores que responsablemente seguimos nuestra vocación sin importar las fuerzas externas que impidan el que se lleve a cabo el aprendizaje permanente de nuestros estudiantes…
Me parece que la administración central del sistema UPR debería ir cambiando las políticas y reglamentos institucionales sobre la educación a través de la Web. Deberían considerar la flexibilidad, portabilidad, ubicuidad y conectividad que provee la web-educación. ¿A caso no leen las investigaciones recientes, las nuevas teorías de aprendizaje y los artículos educativos que se publican diariamente sobre los beneficios que provee la educación en línea? Invertir en recursos tecnológicos costosos para utilizarlos como un refuerzo de la educación tradicional, inflexible, controlada, extramadamente formal, es una pérdida de tiempo y esfuerzo…
¡MUCHAS FELICIDADES!
El compromiso dicente no tiene creencias, ni partidos políticos, ni días de paro.
Nuestra labor es permanente, constante, eterna… La obra educativa sobrepasa este tipo de eventos.
Deseo de todo corazón que lleguen pronto a una solución para bien de todos.
Un abrazo virtual desde la ciudad de Puebla, en México
Lucy