Un anciano solía permanecer inmóvil durante horas en la iglesia. Un día, un sacerdote le preguntó de qué le hablaba Dios.
«Dios no habla. Sólo escucha», fue su respuesta.
«Bien… ¿y de qué le habla usted a Dios?»
«Yo tampoco hablo. Sólo escucho». (El croar de la Rana, De Mello)
Jul 19 2009
1 comentario
De Mello reúne buenas parábolas en sus libros. Esta es exelente reflexión. Muchas veces no conectamos con lo divino, por no guardar silencio y escuchar. Sucede lo mismo con otros seres humanos: no captamos lo mejor en ellos porque estamos hablando en lugar de escuchar.