A pesar de que ayer expresé mi indignación en torno a las expresiones que hizo el Sr. Thomas Rivera Schatz en torno a la comunidad gay, sus expresiones ayer en la mañana por Noti-Uno continúan abonando a un perfil caracterizado por el heterosexismo, la heteronormatividad y el prejuicio sexual.
Escuchemos sus expresiones:
Rivera Schatz: “La conducta de los homosexuales yo no la tolero y no la patrocino, y no creo que deba patrocinarla el gobierno”
Rivera Schatz: “Ese muchachito es un caso de insanidad mental lamentable que lo que debe hacer es recogerse a buen vivir” (Refiriéndose a Pedro Julio Serrano)
El hecho de que utilice el término de “insanidad mental” para referirse a Pedro Julio Serrano sugiere que desde su perspectiva la conducta homosexual es un delito llevado a cabo por personas que están sufriendo de algún desorden mental.
Pedro Julio Serrano le ha exigido a Rivera Schatz una disculpa pública pero a mi entender eso no es suficiente. El Gobernador de Puerto Rico tiene el deber , como jefe de Rivera Schatz, de censurar las expresiones del Presidente del Senado y dejar saber que su Gobierno no apoya la discriminación en base a preferencias sexuales. Está claro que alguien que tiene este perfil de personalidad no está apto para ser el Presidente del Senado de Puerto Rico.
Y como a Rivera Schatz le gusta jugar al psiquiatra vamos a darle de su propia medicina. Lo invito a leer sobre el Trastorno de Personalidad Narcisista para ver si puede entender mejor su comportamiento:
Y la descripción de la Wikipedia es también muy apropiada:
El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos, emocionales, o erráticos). Poseen un patrón de grandiosidad, fantasías de éxito, tienen necesidad de admiración, falta de empatía. Esperan reconocimiento, poder, brillantez, belleza o amor. Exigen admiración excesiva. Debe darse en diversos contextos y cumplir con cinco o más de los siguientes ítemes: (según pautas del DSM IV)
- Grandioso sentido de la autoimportancia; por ejemplo espera ser reconocido como superior sin unos logros proporcionados.
- Preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantes, belleza o amor imaginarios.
- Cree que es «especial» y único, y que solo puede ser comprendido por personas que son especiales o de alto estatus.
- Exige una admiración excesiva.
- Es muy pretencioso; por ej. recibir trato especial o que se cumplan automáticamente sus expectativas.
- Interpersonalmente explotador, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
- Carece de empatía, reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
- Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
- Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
La descripción le queda como un traje mandado a hacer: justo a la medida. Le sugiero que busque ayuda.
1 comentario
Una pena que se esté estereotipando a las personas cuando un gobierno tiene que responder a las necesidades de todas las personas.