Una entrevista que le hicieron al psiquiatra argentino Hugo Marietán ha sido clave para entender la psicología de muchos políticos puertorriqueños (Vía). En la misma Marietán establece una relación interesante entre poder, políticos y psicopatía que me resultó fascinante:
“Los políticos de fuste generalmente son psicópatas, por una sencilla razón: el psicópata ama el poder. Usa a las personas para obtener más y más poder, y las transforma en cosas para su propio beneficio. Esto no quiere decir, desde luego, que todos los políticos o todos los líderes sean psicópatas, ni mucho menos, pero sí que el poder es un ámbito donde ellos se mueven como pez en el agua".
Y todo cuadra muy bien cuando menciona las características de estos psicópatas cotidianos:
1. Han perfeccionado el “arte” de mentir: “Es un artista. Miente con la palabra, pero también con el cuerpo. Actúa. Puede, incluso, fingir sensibilidad.” Al leer esto vienen a mi mente varios de estos psicópatas políticos de nuestra Isla.
2. Quiere mantenerse en el puesto cueste lo que cueste: “Al psicópata, en cambio, una vez que está arriba, no lo saca nadie: quiere estar una vez, dos veces, tres veces.”
3. Son manipuladores y tratan a los demás como meros objetos. Se usan a los demás para obtener poder.
4. “El psicópata siempre nos deja sin opciones”. Cualquier semejanza con los políticos boricuas no es mera coincidencia.
5. Siempre necesita buscar un enemigo y le hacen falta las crisis: “porque el psicópata no se adapta a la tranquilidad. El necesita la crisis. Ser reconocido como salvador. En la paz, él no tiene papel. No la soporta.
Por eso las sociedades lideradas por políticos de estas características viven de crisis en crisis.” ¿Cómo es posible que Marietán desde la Argentina pueda describir la psicopatía del político boricua tan perfectamente?
Y si estamos gobernados por psicópatas, ¿qué podemos hacer? Marietán habla sobre la debilidad del psicópata:
La frustración de sus planes. Cuando apuestan por un proyecto, ponen todo en él y no les sale. Ahí, el psicópata se desorganiza y empieza a hacer pavadas. Es una personalidad controladora. Por eso en el momento de la frustración puede tener actitudes absolutamente toscas, torpes. Y en este punto, la gente ve que hace macanas, una detrás de otra, y empieza a quebrarse esa unidad, que consiguió con su persuasión.
Interesante. Ya lo saben. Hay que resistir los proyectos que animan y fortalecen a los políticos psicópatas. Tenemos que enfrentarnos a los psicópatas que nos gobiernan y dejarles saber que ya entendemos su condición. Esa es nuestra salvación.
3 comentarios
La comparación es asombrosa. Por mi parte no me atrevería a definir el perfil de un psicópata tal como aquí aparece, pero no me cabe duda de que los políticos de todas partes siguen este perfil concreto (es decir, no creo que los psicópatas sean lo que aquí se dice, pero con seguridad hay un perfil concreto para los políticos, que en ciertas cosas se asemejan a la desviación psicopática).
En el caso de España, los políticos actuales lo siguen casi al 100%: manipulación del mensaje, identificación de un perverso que tiene la culpa de todo (en este caso el gobierno que precedió al actual y de signo contrario), etc.
Esos psicópataas están hay porque se lo permitimos. Lamentablemente en nuestra isla la desidia, la apatía y el «ay bendito» son una combinación perfecta para que ese tipo de polítito se sienta a sus anchas.
Adelante y éxito
Como ya defendía Platón, sólo deberíamos dejar que gobernaran a quienes no tienen anhelos de poder. Claro que esto sí es una utopía.
Gracias por el trackback.