Hoy día 17 de mayo de 2009 Mario Benedetti falleció en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad. Nos deja su poesía de amor y de vida, su claridad para compartir las cosas más profundas. Con su obra nos demostró porque la poesía es “la gran reveladora”.
"Cuando tengo una preocupación, un dolor o un amor tengo la suerte de poder transformarlo en poesía"
“Acontece la noche y estoy solo/ cargo conmigo mismo a duras penas/ al buen amor se lo llevó la muerte/ y no sé para quién seguir viviendo"
Tres poemas de Benedetti:
Cuando la poesía (inédito)
Cuando la poesía abre sus puertas
uno siente que el tiempo nos abraza
una verdad gratuita y novedosa
renueva nuestro manso alrededor
cuando la poesía abre sus puertas
todo cambia y cambiamos con el cambio
todos traemos desde nuestra infancia
uno o dos versos que son como un lema
y los guardamos en nuestra memoria
como una reserva que nos hace bien
La vida ese paréntesis
Cuando el no ser queda en suspenso
se abre la vida ese paréntesis
con un vagido universal de hambre
somos hambrientos desde el vamos
y lo seremos hasta el vámonos
después de mucho descubrir
y brevemente amar y acostumbrarnos
a la fallida eternidad
la vida se clausura en vida
la vida ese paréntesis
también se cierra incurre
en un vagido universal
el último
y entonces sólo entonces
el no ser sigue para siempre
COMO SI NADA
Si esta pobre existencia es como un puente
colgante entre dos áridos mutismos
vale decir entre dos muertes
a todas luces (o
mejor a todas sombras)
lo inapelable lo definitivo
lo importante vendría a ser la muerte
¿o no?
somos cardúmenes de vivos
que navegamos ciegos/ consolables
de muerte a muerte y sin escalas
de esta tregua brevísima querría
llevarme algunas cosas
verbigracia el latido del amor
el libro que releo en los insomnios
la mirada sin niebla de los justos
y otra vez el latido del amor
esto de no ser más/ de terminarse
tiene algo de aventura o de presidio
del ocaso al acaso media un palmo
de la nada a la nada va una vida
allá lejos/ la simple ceremonia
de esa boca de niño junto a un pecho
de madre manantial
es un envite inútil a la nada
un simulacro espléndido/ un adiós
pero la nada espera/ no se olvida
de todas sus promesas serviciales
sus lágrimas de paz y protocolo
sus grietas en la tierra y en el cielo
¿Cómo no ser curioso?
¿cómo no hacer apuestas a favor
o en contra hasta que alguien
pronuncie el no va más?
estoy henchido de curiosidad
callado como un pino en el crepúsculo
cuando el sol/ ese impar/ muere de a poco
y también él esconde sus vergüenzas
curioso y en silencio/ yo me espío
a ver si la esperanza cicatriza
o si las servidumbres se desmandan
o si el secreto a voces me concierne
estoy flotante de curiosidad
ávido de saber o de sufrirme
flotante entre mis miedos
esclavo de mis auras
señor de mis cenizas
alguna vez la nada será mía
y yo/ curioso
la venderé al mejor postor
y si él/ a su vez/ desencantado
la subasta en la plaza/
podré esfumarme al fin
como si nada.
Como si fuéramos inmortales
Todos sabemos que nada ni nadie
habrá de ahorrarnos el final
sin embargo hay que vivir
como si fuesemos inmortales.
Sabemos que los caballos y los perros
tienen las patas sobre la tierra
pero no es descabellado que en una nochebuena
se lancen a volar.
Sabemos que en una esquina no rosada
aguarda el ultimátum de la envidia
pero en definitiva será el tiempo
el que diga dónde es dónde
y quién es quién.
Sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa
buscando más triunfos
y que volveremos a ser inexorablemente derrotados
vale decir que venceremos.
Sabemos que el odio viene lleno de imposturas
pero que las va a perder antes del diluvio
o despúes del carnaval
sabemos que el hambre está desnuda
desde hace siglos
pero también que los saciados
responderán por los hambrientos.
Sabemos que la melancolía es un resplandor
y sólo eso
pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado
sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad
pero la bondad suele escaparse por los tejados
sabemos que los decididores
deciden como locos o miserables
y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan.
Sintetizando:
Todos sabemos que nada ni nadie
habrá de ahorrarnos el final
pero así y todo
hay que vivir
como si fuéramos inmortales!!!
7 comentarios
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¡Descanse en paz este ciudadano del mundo!
Hoy sentí una emoción muy grande cuando mi hijo me llamó al celular todo exaltado para decirme: «Mami, murió Mario Benedetti». Aquí dos de mis favoritas. No te salves:
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo. Esa batalla:
¿Cómo compaginar
la aniquiladora
idea de la muerte
con ese incontenible
afán de vida?
¿cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?
¿cómo desactivar la lápida con el sembradío?
¿la guadaña
con el clavel?
¿será que el hombre es eso?
¿esa batalla?
Algo de mí que ya no tengo, alguien hermoso del mundo que ya no está.
Me encanto su frase «retroceder tambien puede ser avanzar»·
…en cambio yo pude verte y no lo hice; puedo sí, ahora que no estás, leerte más, encontrarme contigo en alguna esquina donde ya estarás por siempre…y saborear de tí: aquella claridad, aquella llovizna, aquel rocío. Gracias también por morirte, Ahora te vivo.
Me uno al homenaje póstumo y comparto una de mis preferidas:
Pausa
De vez en cuando hay que hacer una pausa contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana, examinar el pasado rubro por rubro, etapa por etapa, baldosa por baldosa, y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades.
Blogfesor en una de las más recientes entrevistas a Benedetti, le preguntó el periodista: «Dice usted: ‘Todo es adrede, todo hace trizas el alma’. Y el escritor contestó: «Ah, sí. A veces el alma se descuida y te deja un pedacito de alegría».