Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal y gente a la que le sienta bien. Hay personas que con dos copas se vuelven locuaces, abiertas y desinhibidas; otros se vuelven brutos y groseros con la misma cantidad. Con la religión, hay gente que mejora y se purifica y para otros es una fuente de resentimiento, mojigatería y condena a los demás.
1 comentario
Mario:
Simpática la cancioncita! Ahora creo que ya no se me van a olvidar esos diez.
Con lo que sí concuerdo (de otro post), ciudadanos del universo. Esa es la visión que algún día nos posibilitará vivir en paz.