"A crisis is a terrible thing to waste"
–Stanford University economist Paul Romer
No soy economista pero me parece que en estos tiempos en que las mentes prodigiosas de nuestro país reflexionan sobre como afrontar la crisis económica, es necesario pensar “fuera de la caja”. Más cuando tratamos de realizar ajustes significativos al presupuesto de la Universidad. Esa “medicina amarga”, no tiene que ser amarga, es más, puede ser el jarabe delicioso que preparaban nuestras abuelas y nos curaba de todos los males. Las soluciones reales no pueden ser temporeras, ni meramente alternativas para reducir la crisis. No deben estar basadas en eliminar recursos esenciales sin proveer alternativas tan buenas o mejores que las que teníamos. Me parece que no es cuestión de decir “hay que reducir 30 % en esto y 20 % en lo otro”. Hay que asegurarles a nuestros estudiantes y profesores que la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje no se verá afectada en los ajustes que se llevarán a cabo. La crisis puede ayudarnos a hacernos conscientes de lo que es esencial (y por lo tanto no podemos prescindir de ello) y lo que es superfluo, imagen y apariencia. Y es en aquello que es superfluo, imagen y apariencia en donde deben ocurrir los recortes. Distinguir lo esencial e imprescindible de lo que no lo es, se convierte entonces en la destreza mayor que deben tener nuestros gerentes académicos.
Pero, ¿qué significa esto de manera concreta? Si tomamos como ejemplo el uso de las tecnologías de comunicación e información podemos implementar cambios innovadores que nos ahorren una buena cantidad de millones. Y la llamada Universidad 2.0 puede ser el modelo para continuar desarrollándonos plenamente y a la misma vez hacerlo con mucho menos del presupuesto que tenemos disponible. Y lo que se gaste podemos invertirlo en continuar fortaleciendo la enseñanza y la investigación. Procedo a compartir algunas propuestas:
1. La Universidad de Puerto Rico tiene que comprometerse con el uso de programas abiertos y gratuitos. No necesitamos continuar pagando las licencias a Microsoft para poder usar el Office. En el RUM ese costo asciende a unos $175,000. Y si se hace en todos los recintos tendremos un buen ahorro. Open Office y las aplicaciones de Google pueden substituir al Office de Microsoft sin que nadie pierda, excepto esta empresa multimillonaria. Y si educamos a nuestros estudiantes en el software, ellos también van a economizar una buena cantidad de dinero
Y la adopción de software abierto puede ser implementado en todas las oficinas gubernamentales con el resultado de economías mayores. Un estudio analizó el presupuesto de 30 agencias federales estadounidenses y concluyó que en tres años, el ahorro puede ser de 3.7 mil millones de dólares con el uso de software open-source. (Vía). Es tan fácil como que nuestro Gobernador Luis Fortuño establezca como política oficial que en nuestras agencias de gobierno se comience a usar Open Office y otras aplicaciones abiertas.
2. El campus verde: En estos días el Dr. José Mari Mutt ofreció una charla que llamó “El Profesor Verde", en donde compartió un modelo que estimula el que los profesores y estudiantes no tengan que imprimir documentos para realizar sus tareas. ¿Cuál es la necesidad de que se imprimen miles de copias para repartir prontuarios en los cursos? ¿Por qué todavía los estudiantes llenan las evaluaciones de los cursos en papel cuando tenemos los medios para hacerlo en línea? Y estos son solo dos ejemplos que demuestran claramente que podemos generar grandes economías si como institución nos curamos del “síndrome de gutenberg”.
3. El uso de libros de texto abierto y material bajo licencia creative commons: Como una manera de reaccionar a los altos precios de los libros de texto, en mis cursos siempre uso libros de texto abiertos y artículos bajo licencia creative commons. Con esta acción le economizo dinero a mis estudiantes. Si esto lo hacemos de manera concertada vamos a contribuir a la salud económica de nuestros estudiantes.
4. La virtualidad como una manera de cumplir con reuniones, asistir a reuniones profesionales y ofrecer clases: En esta era tecnológica gran parte de las actividades de desarrollo profesional pueden darse virtualmente sin necesidad de estar en “cuerpo presente”. La gerencia académica tiene que promover el modelo virtual con el propósito de reducir gastos significativos de viajes, hoteles, dieta, entre otros. Hay que curarnos de la obsesión que tenemos con la presencia física como la manera más efectiva de atender las tareas académicas y gerenciales. Y en ocasiones nos daremos cuenta que somos tan efectivos en la virtualidad como presencialmente. Comparto un ejemplo: Mis estudiantes participan más en las reuniones virtuales sincrónicas que en las clases presenciales. Así que tengo más éxito como profesor desde la virtualidad.
Si fortalecemos nuestros ofrecimientos a distancia, nuestros estudiantes y profesores podrán hacer mucho de las tareas desde su casa, generando economías significativas ya que no tendrían que gastar en gasolina, comidas, ropa, mantenimiento del carro, entre otros.
El desarrollo de esta universidad 2.0 nos puede ayudar significativamente a lidiar con la crisis fiscal dentro de la Universidad. Tenemos la infraestructura y los recursos humanos para demostrarle al país que podemos enfrentarnos a la crisis de forma creativa, valiente y sabia.
8 comentarios
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Mario: Excelente análisis. El tema es ideal para uno de los talleres de gerencia académica. Dicen que las personas cambian cuando hay una crisis, pues ojalá que cambiemos en esta.
Autor
José;
O cambiamos, o vamos a desaparecer.
Excelente.Vamos a cambiar los patrones. Estoy seguro…
Hola Mario:
Vamos a hacer una conferencia de prensa para presentar estas ideas y además presentar otras que tienen que ver con los procesos de la universidad y del gobierno y de invertir en el capital humano. Oscar Serrano es amigo mio y puedo pedirle que me ayude en este esfuerzo. Ya que el gobernador tiene como escuela las movida de Busch y eso no va a funcionar. No en balde los norteamericanos rechazaron estas prácticas en las pasadas elecciones.
Autor
Carlos;
Me parece una excelente idea lo de la conferencia de prensa. En lo que podamos ayudar, me dejas saber.
Mario:
Tu reflexión merece dos comentarios de mi parte:
1. Yo todavía no estoy preparado para Open Office (y que conste, tengo Ubuntu en mi maquina principal). Al igual que Saturday Night Live, pienso que OO no está preparado para prime time, pero lo va a estar. Es cuestión de estar a la expectativa, contribuir al proceso.
2. Me parece inaudito que tu, que no eres economista, seas capaz de proveer una lista de soluciones o ideas para enfrentar la crisis (sensatas y posibles todas), a diferencia de los colegas economistas del RUM en su memo.
Me ha parecido un memo inconsecuente, pensando que estos son los profesionales que asesoran al sector público y privado todos los días. Yo esperaba más, pero ese es mi defecto.
Manolo
Autor
Manolo;
1. Como señalamos en la nuevo artículo que publicamos, Open Office está siendo utilizado en varias universidades. Brazil ha implementado el Open Office en todas las oficinas del gobierno. Así que entiendo que OO está listo para prime trime pero hay que cambiar la cultura.
2. Me parece que es importante comenzar a ofrecer alternativas concretas, ya me cansaron los discursos apocalípticos.
Excelentes ideas. Concretas, coherentes, y completamente «doable».
Es una pena que quienes están en posiciones gerenciales tengan tan poca visión. Esperemos que eventualmente se iluminen (o se quiten del medio). Por supuesto que, mientras despiertan, se inicia y prosigue el movimiento desde abajo. Power to the people!