El que diga que existe separación entre Iglesia y Estado en Puerto Rico es un mentiroso. Cuando el Gobierno utiliza $900,000 dólares para celebrar un evento de naturaleza religiosa en tiempos de crisis deja claro que esa separación es una ilusión. ¿Y qué se hizo en esa actividad? Pues se repartieron regalos a los “niños pobres” de Puerto Rico. Y los niños esperaron junto a sus padres desde tempranas horas en la mañana por el ansiado regalo y muchos de ellos salieron frustrados:
A Gabriel Santana Guzmán, de 9 años y quien caminaba junto a Fransheska, no le gustó el muñeco que le dieron “porque quería uno más bonito”.
Desde la fila que comenzó a hacer a las 3:52 a.m., Neiza Rivera Pabón, una madre soltera de siete hijos y vecina de Río Piedras, criticó que “todos los años dan los mismos regalos. Dan bolas todo el tiempo y, como madre, espero que les den algo a mis hijos que no esté a mi alcance”.
Me imagino que los “Reyes” deben estar tristes. Espero que para el próximo año regalen vergüenza, agradecimiento, sensibilidad y la consciencia de que el Estado no tiene que meterse en estas actividades.
5 comentarios
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Nunca le había dado cabeza a esto. Siempre me había quejado por los tapones que se hacen para ir a viejo San Juan.
Me parece ahora que es buena actividad para nuestra tradición. En casa, por los percances de este año, no tuvimos mucho para el día de Reyes y no lo celebramos como antes. Es bonito saber que otras personas tuvieron día de Reyes, sería una lastima que las próximas generaciones no tengan este día. Porque Santa Claus siempre va a tener el empuje del mercado, pero los Reyes solo tienen el nuestro de mantener una tradición. (Bueno y por lo visto del gobierno 🙂 )
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Hola Francisco;
Pienso que en nuestros hogares y con nuestros familiares podemos mantener las tradiciones que creamos valiosas. El asunto es si el Gobierno debería auspiciar este tipo de actividad tan costosa. Más aún, ese dinero que se invirtió podría muy bien enviarse a los niños que en el Día de Reyes no tienen nada para comer. Mientras acá la queja es que lo que me dieron fue una bola de baloncesto, otros niños tienen que comer galletas de barro condimentadas con sal.
Al mirar los niños en las fotos veo cómo se les enseña desde pequeños a vivir del mantengo y no del esfuerzo propio.
Coincido contigo Mario.
Me parece que el titular está divorciado de la nota… Me atrajo el titular porque creí que iba a hablar del tema anunciado, más no fue así. Pero de todas formas, el titular refleja un «estribillo» que repiten muchos sin la debida reflezión y análisis. De hecho en Puerto sí EXISTE la separación entre iglesia y estado. La Carta Magna así lo consigna y la trayectoria de los casos que han llegado a la consideración del Tribunal Supremo, así lo demuestran (ver enlace). La «separación entre iglesia y estado» existe para PROTEGER A LA IGLESIA de la intervención INDEBIDA del Estado, a pesar de que muchos quisieran que fuera al revés. La Iglesia, a pesar que a algunos grupos de presión les duela, está constituida de cuidadanos que aportan al erario mediante impuestos (Eufemismo: Contribuciones) al Estado, aparte de cualquier otra contribución que puedan hacer a la comunidad y a la sociedad general. Así que los miembros de las iglesias (y otras formas de religión) pueden aspirar a transformar la sociedad y las leyes igual que cualquier otro grupo civil que pudiera existir legítimamente. PUNTO.
Autor
Basilio;
Traes un punto interesante pero el Punto no ayuda a mantener la conversación. Me parece que la meta de esta separación es un Estado Laico y eso no existe en la Isla. Y ese Estado no debe apoyar u oponerse a ninguna religión. ¿Es eso lo que tenemos en la Isla?