La presidenta de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), la Marcelina Vélez de Santiago solicitó al gobernador Aníbal Acevedo Vilá y al secretario del Departamento de Educación (DE), Rafael Aragunde, que revoquen la carta circular que incorpora las perspectivas de género en la educación pública del País.
Vélez de Santiago, en una misiva enviada a los funcionarios el 4 de diciembre, casi cuatro meses después que se emitiera la carta circular, opinó que la introducción de este tipo de enseñanza parece tener el propósito de educar las jóvenes generaciones a la autodeterminación de la propia identidad sexual, abriendo el camino a la aceptación de relaciones homosexuales, bisexuales y transexuales.
Reestructurar todos los currículos “a la luz de una teoría discutible e huidiza, es lanzar las escuelas públicas a una reforma caótica y anárquica, donde prevalecerán opiniones subjetivas y decisiones arbitrarias”, manifestó la educadora en declaraciones escritas. (El Nuevo Día)
Y aunque el propósito de esta carta circular no es “educar las jóvenes generaciones a la autodeterminación de la propia identidad sexual, abriendo el camino a la aceptación de relaciones homosexuales, bisexuales y transexuales”, como señala Presidenta de Universidad Católica”, no veo nada mal en esta meta. Es más, me parece hasta lo más saludable. ¿A qué se debe la resistencia a la perspectiva de género de estos grupos religiosos? De acuerdo a la perspectiva de género:
1. El “ser hombre” y “ser mujer” no lo dicta la naturaleza, sino que la sociedad “construyó” lo que significa “masculino” y “femenino”.
2. La estructura familiar del matrimonio hombre-mujer también se considera “construida” por la sociedad.
3. La maternidad se considera un “rol”, impuesto por la sociedad a la mujer.
4. La heterosexualidad (atracción por el sexo opuesto) se considera aprendida.
5. Redefinición de la “familia” – no existe una familia, sino “diferentes formas de familia”, que pueden constituirse por madre soltera, abuela criando nietos, “dos papás” (pareja de dos hombres), “dos mamás” (pareja de dos mujeres)
6. Se igualan las “preferencias sexuales” – Se considera la homosexualidad y la bisexualidad como parte de la “diversidad” de las preferencias sexuales .
7. La “identidad de género” puede ser distinta al sexo biológico (transgénero o transexual).
Podemos ahora entender cuál es la ansiedad que le produce la perspectiva de género a la Presidenta de la Universidad Católica. Y es que toca directamente los valores que han mantenido por los siglos de los siglos y que directamente han producido injusticia y desigualdad tanto para los hombres y las mujeres. Me parece que hoy más que nunca eso que se llama “separación entre Iglesia y Estado” necesita recordarse y ponerse en vigor.
Comentarios Recientes