Me parece esencial que miremos críticamente lo que hacemos y que reflexionemos sobre los modelos que prevalecen en el mundo de las tecnologías sin aferrarnos a nada en absoluto. En estos días dos blogfesores amigos han publicado unas reflexiones muy valiosas que ameritan ser consideradas seriamente:
1. Boris Mir en La Mirada Pedagógica nos invita a reflexionar sobre el concepto de «competencias tecnológicas»:
Tener o no tener un blog… esa no es la cuestión. Ni decidir si incorporar o no las TIC en nuestra asignatura. Ni siquiera echar una mano a nuestro colega del departamento. Todo esto lo hacemos y está muy bien, pero no nos engañemos, lo fundamental está en otra parte. Está en determinar si poseemos competencias digitales para poder ejercer la función docente en el siglo XXI. Y, respecto a los alumnos, si las actividades que proponemos desarollan realmente competencias digitales o son una mera transposición de actividades tradicionales a las nuevas herramientas.
2. Alejandro Tortolini en Kybernetes deconstruye los conceptos de nativos e inmigrantes digitales y evalúa sus posibles consecuencias negativas:
¿Por qué me molestan afirmaciones como la de Prensky y las de sus repetidores? Porque creo que sostener que los que nacieron rodeados de la tecnología digital tienen de por sí alguna superioridad sobre sus mayores alimenta un fenómeno que es cada vez mas común en las aulas y en las familias: el retroceso de los adultos ante los jóvenes frente al manejo de la tecnología digital.
Los invito a leer ambos artículos y aportar sus ideas en la sección de comentarios de cada uno de estos blogs.
2 comentarios
Mario: muchas gracias por comentar mi post.
Y como me pasa cada vez que me asomo a «Digizen», me llevo las alforjas llenas: el post de Boris Mir está muy bueno.
Te mando un «abrazo digital».
Alejandro.
Estimado Mario,
Muchas gracias por tu consideración. Siempre es difícil expresar algo de crítica en los blogs. Sobre todo tratándose de un tema que afecta a personas a menudo tan entregadas como los blogfesores. Te agradezco mucho tu generosidad y espero que, como tú, los compañeros encuentren motivo de reflexión y no de enfrentamiento. También descubro el blog de Tortolini y leo con agrado ideas que comparto. Así que, doblemente, gracias.
Boris