Me encanta ver a las personas aprendiendo fuera del salón de clase y de su lugar de trabajo. Entiendo que aquí está el futuro del aprendizaje: en la creación de ese Tercer Espacio en donde se pueda dar el aprendizaje informal sin las limitaciones de tiempo y espacio. A pesar de que no puede ser reducido a ambientes con Internet, la tecnología inalámbrica ha fortalecido la creación de un Tercer Espacio en lugares que usualmente no estaban relacionados con el aprendizaje.
En mi universidad la tecnología de internet inalámbrico ha facilitado que los estudiantes puedan seguir aprendiendo en los pasillos, en los bancos, acostados en la grama y en el centro comercial más cercano mientras disfrutan de un desayuno. En esos espacios comparten con otros, estudian, colaboran, hacen investigación en línea, se comunican mediante su correo electrónico o sistema de mensajería. Allí aprenden tanto o más que en la sala de clases. Allí reflexionan, colaboran y se transforman, tanto o más que en la sala de clases.
En ese Tercer Espacio veo también a personas que ya terminaron su educación formal pero quieren seguir aprendiendo. Para eso transforman las librerías, las bibliotecas, los cafés, los hogares y los parques en centros de aprendizaje. Toman cursos a distancia, bajan libros electrónicos, utilizan los recursos abiertos de varias universidades como MIT, y siguen aprendiendo. De esa manera van construyendo su propio currículo. Y cuando creamos nuestro currículo, aprendemos lo que es relevante y valioso para nuestras vidas. Lo demás puede esperar.
De ese Tercer Espacio trata «Cappuccino U«, un pequeño libro electrónico escrito por Jerome Martin. Se lee a lo que te tomas un cappuccino, un expreso, un jugo o tu bebida preferida. Yo lo disfruté desde la Universidad de mi Hogar.
Vía: Harold Jarche
4 comentarios
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un espacio de lo más apetecible para aprender, gracias
cada día somos más los que nos movemos a ese espacio,,,,, que tanto me llena …
Sí, pero ¿y la interacción física, en persona, con el profesor y los demás compañeros? No sé, pero a mí lo que realmente me motivó más cuando estudié fueron esas cosas. Me parece que si restringimos demasiado nuestra relación con el entorno a la simple visualización de lo que te llega a través de una pantalla, sin mediar ningún contacto social, tal vez estemos dejando fuera algo muy valioso. Recuerdo que en algunas clases me lo pasé en grande (otras fueron de lo más soporífero) y la relación con los compañeros me ayudó mucho a evolucionar. Una vez más, me declaro a favor de las posiblidades de la tecnología digital como complemento valiosísimo del mundo …digamos analógico.
Autor
Carolina;
Considero que el modelo híbrido sería el más adecuado: una combinación de lo virtual y lo presencial. De esa manera disfrutaremos de lo mejor de estos dos mundos.
[…] Sugió la necesidad de saber cómo manejar un foro de clase, grupos de correo y algunas claves de escritura que algunas comunidades de blogfesores hoy ya lo están aplicando en sus respectivas bitácoras digitales. […]