Los alumnos de sexto grado, en una escuela de Montevideo, habían organizado un concurso de novelas.
Todos participaron.
Los jurados éramos tres. El maestro Oscar, puños raídos, sueldo de fakir, más una alumna, representante de los autores, y yo.
En la ceremonia de premiación, se prohibió la entrada de los padres y demás adultos. Los jurados dimos lectura al acta, que destacaba los méritos de cada uno de los trabajos. El concurso fue ganado por todos, y APRA cada premiado hubo una ovación, una lluvia de serpentinas y una medallita donada por el joyero del barrio.
Después, el maestro Oscar me dijo:
-nos sentimos tan unidos, que me dan ganas de dejarlos a todos repetidores.
Y una de las alumnas, que había venido a la capital desde un pueblo perdido en el campo, se quedó charlando conmigo. Me dijo que ella, antes, no hablaba ni una palabra, y riendo me explicó que el problema era que ahora no se podía callar. Y me dijo que quería al maestro, lo quería muuuucho, porque él le había enseñado a perder el miedo de equivocarse.
Ago 13 2006
8 comentarios
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El equivocarse solo demuestra que hay personas que se están atreviendo a hacer las cosas, ya sean cosas nuevas o innovadoras.
solo dos consejos,
1.- aprender de los errores y como dijo Albert Einstein: Hacer las cosas con los mismo procedimientos, solo dará los mismo resultados.
2.- Cuando algo no esta funcionando hay que cambiar, y cuando algo si esta funcionando no hay que cambiarlo.
Sólo por esta niña, valió la pena toda una vida de trabajo del maestro. Humm… me da un poquito de envidia, de la sana.
Me encantó el arti. Soy de las que pienso que de los errores hay de dónde más se aprende. Por eso es bueno animar a nuestros estudiantes a arriesgar, el menos ideas. Gracias, Mario
Mario… que muchos colegas tenemos que tienen terror a equivocarse. Por eso le tienen miedo al cambio y se quedan siempre en el mismo lugar. Yo creo que estamos programados para equivocarnos porque algunas de las equivocaciones producen formas alternas de hacer las cosas y por lo tanto oportunidades para progresar. Pienso que las equivocaciones son análogas a las mutaciones a nivel molecular.
Mario …después de hacer mi comentario, que reconozco mi falta de ortografía, en la palabra proceso, pero después de eso hubo un comentario bastante troll, pero vuelvo a entrar a tu pagina, pues me parece interesante y veo no solo que lo has corregido si no que quitaste el comentario burlón, como lo haría un buen maestro que ayuda a su alumno a perder el miedo a equivocarse, Felicidades.
Autor
Estimado Abraham;
Es que entiendo que la burla es una de las grandes razones para que las personas mantengan el miedo. El respeto es esencial en este proceso. Los errores ortográficos los cometemos todos y esos no me preocupan mucho. Pero la falta de respeto hacia los visitantes, no la tolero.
Como dice el refrán, hay gente que cuela el mosquito y se traga el elefante.
no tiene conexión, este artículo. Las ideas no forman una sintaxis clara. ¿de qué niña hablan? ¿qué enseñanza tiene que el mismo maestro diga que «siente esa unión que va hacer que todos los alumnos repitan»?. ¿En qué momento se trasluce que el maestro ayudó a la niña anónima a no equivocarse? . No tiene ningún sentido.
Bueno la verdad me gusta el final de la historia pero veo que falta algo a al historia esta imcompleta… pero vale el mensaje es muy bueno:lol: