Hoy el Chronicle of Higher Education publicó un artículo sobre el caso de la patente de Blackboard en torno a los sistemas para manejar contenidos en línea. Las expresiones del Matthew Small, senior vice president de Blackboard, dejan ver claramente cuál es la meta última de BB:
He said many e-learning companies could operate without infringing on the patent, though he declined to provide any examples. However, he also said that had Blackboard not merged with WebCT, then WebCT would have been infringing the patent.
Blackboard está inflado y se consideran dueños y señores de casi todas las herramientas que se utilizan para enseñar en línea. Pero la historia nos revela que tampoco fueron los primeros en ofrecer plataformas para ofrecer cursos en línea. Antes de que se fundará BB, ya estaban disponibles sistemas como Calcampus.com, Nicenet, Mallard, Manhattan, entre otros. Lo que nos deja claro que la patente de Blackboard es un gran paquete.
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