William Milián Escobar reclama poder ver y compartir con sus hijos de 14 y 15 años sin restricciones y supervisión estrecha del tribunal. Por eso mantiene desde el lunes una protesta en una grúa a 200 pies de altura. Esta no es la primera vez que William decide protestar de esa manera ya que el año pasado comentamos también que había recurrido a esta «estrategia».
Desconozco los detalles del caso. Los diarios han explorado muy poco en torno a las razones por las cuales William no puede ver de forma frecuente a sus hijos. La razón que ofrece el sistema es que William no ha querido someterse a una evaluación psicológica. El exige que el psicólogo que lo evalúe sea uno especializado en el síndrome de alienación parental. La alienación parental es un proceso que consiste en programar a un hijo para que odie a uno de sus padres sin que tenga justificación. En situaciones de divorcio, uno de los padres puede recurrir a esta treta para alejar al otro padre y castigarlo. William entiende que la madre de sus hijos está promoviendo la alienación parental.
Más allá del caso específico de Milián y sus características únicas, nos parece que la reacción del sistema hacia esta situación es la que reciben la mayor parte de los padres no custodios cuando por una gran variedad de razones se les aleja de la vida de sus hijos. Y a pesar que se esfuerzan por mantener relaciones vivas con sus hijos, terminan en una grúa a 200 pies sin que nadie les haga caso. Ni a las cortes ni al Departamento de Familia en Puerto Rico les importa que los padres no custodios puedan tener una relación estrecha con sus hijos. Esa es la gran verdad.
Es vergonzosa la actitud de lavarse las manos que ha sumido la Policía y el Departamento de la Familia en el caso de Milián. La Policía estuvo un tiempito tratando de negociar pero abandonaron el lugar al ver su negativa. El Departamento de la Familia señala que el caso está cerrado.
Y mientras la vida discurre, alguna gente del público le grita a William que se acabe de tirar al vacío y los padres custodios ven a sus hijos todos los días , William sigue en la grúa a 200 pies de altura esperando que ocurra un milagro que le permita abrazar a los suyos.
2 comentarios
Mario:
Sin embargo, ayer en la mañana el senador Jorge de Castro Font sometió una querella relacionada con la custodia de sus hijos y por la tarde se la habían resuelto. Yo tampoco conozco los méritos del caso pero hay una doble vara. No conozco los méritos del caso pero me treparía donde fuera, a la altura que fuera, si en otras circunstancias alguien no me dejara ver a mis hijas.
Estimado Don Mario:
Quisiera que me informe quien debo acudir par recibir los certificados de los cursos de este semestre.
Gracias:Maria E. Font