En estos días he estado releyendo un libro que debe ser lectura requerida en todo programa de preparación de maestros: The courage to teach: Exploring the inner landscape of teacher’s life. La tesis principal la describe su autor, Parker Palmer, de la siguiente manera: Good teaching cannot be reduced to technique; good teaching comes from identity and integrity of the teacher. Palmer nos señala que lo más importante no son las técnicas sino la identidad y la integridad del maestro. En otras palabras, «good teaching comes from good people». No puede ser de otra manera. Mientras no abordemos esto como el tema central en la preparación de maestros, estaremos contando con maestros que consideran que el enseñar es esencialmente una manera de ganarse la vida y no una vocación sagrada con las grandes responsabilidades que eso implica. «We teach who we are».
Feb 24 2006
2 comentarios
Muy interesante tu propuesta. Es más, imprescindible.
Si me permites, es lo que diferencia el puro y duro «trabajador de la enseñanza» del «educador» (con todos los matices de vocabulario que quieras).
De hecho la única forma de educar es con la propia persona, enseñar contenidos lo hace casi cualquiera. Enseñar para la vida pocos.
¡Ojala estemos entre ellos!
100% de acuerdo